Jaspe Rojo
También llamada "sangre de la Madre Tierra", el Jaspe Rojo es una roca sedimentaria, a veces también de origen volcánico, perteneciente a la familia del Jaspe, que a su vez pertenece a la familia del Cuarzo. Su nombre deriva del griego iaspis que significa "piedra manchada". Posee una gran variedad de tonos y matices, ya que de acuerdo a las impurezas en su omposición su patrón puede ser diferente. Dependiendo de la cantidad de óxido metálico, de hierro y dióxido de manganeso que se encuentre en la roca será su apariencia final que puede ser marmolado, a rayas, con franjas, etc.
Mito de origen
El pueblo egipcio ha utilizado ampliamente el jaspe, en particular en la escultura de estatuas y amuletos que podrían ser colocados en el cuello de los fallecidos para facilitar su viaje al mundo de los muertos (capítulo 156 del Libro de los Muertos).
En la antigua Grecia se lo relacionadaba con Gaia, la diosa primordial de la tierra, o como ofrenda para complacer a la diosa de la luna Calisto.
En Roma estaba estrechamente ligado a Bona Dea, diosa de la fertilidad y de la castidad.
En los mitos y leyendas de los pueblos nórdicos, se dice que el pomo de la espada de Sigfrido, el cazador de dragones, tenía incrustada la piedra jaspe rojo, símbolo de coraje.
Para los indios americanos, el jaspe simbolizaba la sangre de la tierra nutritiva y se utilizaba para hacer muchas joyas como pulseras, talismanes y amuletos. Estos artefactos podrían utilizarse como protección contra los peligros nocturnos. También se creía que el jaspe rojo tenía afinidad con el agua y podía usarse en rituales para atraer la lluvia.
En Japón hace más de 10.000 años se utilizaba para hacer colgantes sagrados en forma de coma o colmillos llamados magatamas, que se creía que contenían las almas de los grandes guerreros. Estos ornamentos eran usados por sacerdotes y nobles como signo de su alto rango social.
En la Biblia se lo menciona como una de las 12 piedras que componen la coraza de Aarón. Para los cristianos vino de las gotas de sangre derramadas por Cristo al momento de su crucifixión, por lo que se lo utilizó para hacer grabados sobre la pasión de Cristo en las iglesias. También simboliza la roca sobre la que Cristo construyó su iglesia, representando al apóstol Pedro. San Juan en el apocalipsis menciona un trono de jaspe que acogería a Jesús, representando la eternidad y la revelación.
Propiedades energéticas
Vitalidad, vigorisa el cuerpo físicamente ayuda con la resistencia y regeneración de los músculos, siendo una buena opción para deportistas.
Coraje, estimula anímicamente motivando para superar los obstáculos.
Fortaleza, a nivel interno vitaliza y fortalece para mantenerce firme y estable ante la vida.
Pasión, intensifica y vogiza la pasión aportanto virilidad, y funcionando como afrodisíaco.
Calma, por su conexión con la tierra ayuda a promover sentimientos de estabilidad y calma aliviando la ansiedad.
Fertilidad, estimulado la fertilidad para embarazos, y regulando hormonalmente a la mujer.
Estimulante, físico, vital, energético, de fertilidad, de seguridad, de fortaleza, de manera gradual y lenta.
Protección, contra el mal de ojo y energías densas, así como maldiciones y magia.
Enraizamiento, por su conexión con la tierra aportando seguridad, fortaleza y estabilidad a nivel interno.
Sexual, potenciando el rendimiento y la energía sexual, así como la virilidad.
Notas adicionales
Entre sus propiedades estimula la regeneración del tejido muscular, siendo muy favorable para deportistas y quienes realizan ejercicios físicos intensos.
Tiene la capacidad de activar y estimular la "serpiente" energética kundalini, ubicada en la base de la columna vertebral, revitalizando y fortaleciendo la energía de cada chakra desde la base.
Por su capacidad de enraizamiento y de potenciar la vitalidad física e interna, es muy útil para trabajar el Chakra Muladhara (chakra raíz).
Tips
Cargar una al hacer ejercicio estimula los músculos y su regeneración.