LA SOMBRA
La sombra es un término utilizado por el psicólogo Carl Gustav Jung, que hace referencia a todo aquello que forma parte de nuestra personalidad pero que no lo aceptamos como propio. Es decir, todo aquello que negamos y reprimimos dentro de la mente inconsciente para que no se exteriorice en nuestra personalidad. Es por esta razón (de que representa lo oculto de nuestra personalidad) que arquetípicamente se le llama sombra. Este concepto de la psicología fue adoptado dentro de la espiritualidad, como una manera de reconocer todas aquellas partes "oscuras" de nuestra personalidad para poder trabajarlas y lograr integrarlas con el ego, logrando así una mejor versión de nosotros mismos.
Estas sombras están integradas por todo aquello que nos negamos de nuestra personalidad porque no nos sentimos cómodos o identificados con ellas, dejando esto "perdido" dentro de nuestro inconsciente, pero que a fin de cuentas sigue estando ahí, pero sin ser trabajado, reprimido. Pueden ser rasgos de nuestra personalidad que no nos gustan, pueden ser recuerdos de malos momentos o traumas que no queremos revivir, pueden ser aquellos sentimientos o pensamientos que se reprimen y no nos permitimos expresar o aceptar, pero están también las causas más profundas de nuestros miedos e inseguridades, e incluso están aquellos miedos e inseguridades que tenemos y a veces ni siquiera somos conscientes de que están allí.
Lo que va a pasar a formar parte de nuestra sombra, de alguna manera, se determina en la infancia a través del aprendizaje familiar, social y cultural, cuando comenzamos a darnos cuenta de que hay ciertos atributos o comportamientos que son premiados o aprobados, mientras otros son desaprobados o castigados. Es por esta razón que inconscientemente lo que buscamos hacer es potenciar aquellos atributos que son aprobados, mientras que los desaprobados los reprimimos para que no sean vistos por los demás e incluso para que no los veamos nosotros mismos. Es, en conclusión, todo esto que no afrontamos en nosotros porque entra en conflicto con nuestro ego.
¿Por qué es importante reconocer la propia sombra? Reconocer y trabajar nuestra sombra nos puede ayudar a entender mejor los miedos e inseguridades que nos limitan, ayudan a liberar emociones o recuerdos reprimidos generando una mejor gestión emocional, e incluso ayuda a trabajar traumas del pasado que están sin resolver pero que inconscientemente nos afectan determinando ciertas conductas negativas que se exteriorizan ante situaciones similares a las que lo generaron. Muchos patrones de conductas tóxicos en las personas tienen su origen en la sombra, en aquello que reprimimos pero que, desde el inconsciente, grita por salir sin que nos demos cuenta.
Hay que tener en cuenta que, si bien la sombra se hospeda en el inconsciente, muchas veces sale y se manifiesta en nuestra mente consciente, exteriorizándose a través de distintos mecanismos de conducta, que son las explosiones de ira, los quiebres emocionales, la culpa o la proyección sobre otras personas.