“El Loco” es el héroe, el aventurero, esta persona que sale de su zona de confort para emprender la aventura, y se encuentra en primer lugar con “El Mago”. Aquí se encuentra con el principio masculino, el principio de acción, que es todo lo que se refiere a su iniciativa, a su capacidad de trabajo y su deseo de moverse en la vida. Pero todos tienen una energía activa (masculina) y una energía receptiva (femenina), la dualidad. Es así como El Loco se encuentra luego con “La Suma Sacerdotisa” la contraparte de El Mago, representando el principio femenino que son las capacidades receptivas, su lado intuitivo y capacidad de conocerse a sí mismo, ya no sólo de actuar, sino de pensar, recibir y esperar. Aquí, en estas dos cartas, El Loco tiene un período de descubrimiento consigo mismo porque son características que el ya trae en sí mismo.
Luego de conocerse a sí mismo, desde lo masculino y lo femenino, desde esta relación de los opuestos, ahora sí se relaciona con personas cercanas. De esta forma llega primeramente a su madre con “La Emperatriz”. Nos muestra esta figura importante que tiene el héroe, relacionada con la persona que le dio la vida, que le enseñó a cuidarse y cuidar de otros, que le brindó el amor. Es la madre que le enseña cómo amar. Volviendo nuevamente a esta cuestión de los opuestos, El Loco se encuentra con “El Emperador”, conociendo a su padre que muestra no solamente a su figura paterna, sino el cómo El Loco va ganando estructura, estabilidad, conocimientos y trabajo, reflejándose en esta figura. El Loco luego de conocerse a si mismo, y de reflejarse en su madre y su padre, termina de formarse con una idea de quién es.
Luego El Loco se enfrenta a las instituciones, que están representadas en “El Papa”. Es la escuela, la iglesia, todas las redes más sociales y amplias, todo lo institucional, las tradiciones, las normas culturales, que hacen parte de su crecimiento. Así termina de aprender lo que está bien, lo que está mal, lo que es correcto socialmente y lo que no, para formarse su propio criterio. El Loco no está solamente en su familia, se amplía a un circulo más y se encuentra con El Papa. Luego comienza a conocer a otras personas y tomar sus primeras decisiones, y se encuentra con “Los Enamorados”, donde no solo tiene que enfrentarse a la toma de decisiones, sino que, a sus primeros amores, que es un amor diferente al del padre y la madre y es una energía que tenemos que integrar a nuestra vida. Todo esto genera un movimiento en El Loco y llega a “El Carro”, donde toma las riendas de su propia vida y se enfrenta a un proceso de maduración, lanzándose a su propia aventura. Esta nueva aventura que emprende y es su vida, lo va a llevar a “La Justicia” para hacerse una moralidad y un sentido del bien y del mal, desde su propia experiencia personal. El Loco va descubriendo y cuestionando si eso que aprendió de su madre, padre, las instituciones y sus primeros amores es en realidad lo que quiere integrar o no a su vida, poniendo todo en una balanza y tomando las decisiones que necesita.
Cuando El Loco se pierde de su camino, “El Ermitaño” aparece como esta figura de sabiduría que le habla y reintroduce a su misión de vida. Este Ermitaño con su lámpara alumbrando al pasado, le recuerda al Loco que hay otras personas que cuentan con él, en dónde está su misión y pudo reconocerse. Así El Loco vuelve a seguir su camino y tomar las riendas del mismo en “La Rueda de la Fortuna” donde se encuentra con sus primeros altibajos, porque se enfrenta a sus primeros desafíos dentro de su aventura, lo que genera muchos cambios en él haciéndole entender como la vida son altibajos para estrellarse y volverse a levantar. Así, al entender esto El Loco se va haciendo más fuerte con “La Fuerza”, se va encontrando con todas las cualidades que necesita para los desafíos que posteriormente va a enfrentar al entrenarse. Cuando aprende del sacrificio entra “El Colgado”, porque entiende que su misión de vida es más grande que el mismo, que tiene que entregarse por las personas que él quiere, y las que fue dejando atrás, adquiere la consciencia de saber que la misión es más grande que él.
Luego de encontrar su vocación espiritual se encuentra con “La Muerte”, que le muestra algo que se destruye o que muere, es esta gran pérdida que tiene El Loco, es esta gran crisis que lo deja tirado en el suelo sin ganas de seguir adelante con un sentimiento de derrota. Pero esta situación lo lleva al Loco a entender que puede salir de ahí, que son estos desafíos de la vida los que lo ayudan a crecer y ser mejor con “La Templanza”. Es su re-centramiento para volver a equilibrar su vida, para volver a encontrarse con su misión y salir nuevamente adelante.
El Loco se enfrenta a las tentaciones con “El Diablo”, vienen los grandes enemigos, los grandes adversarios, la némesis, que son todos los fantasmas reflejos de uno mismo que son también la duda, el miedo y las inseguridades que puede uno llegar a tener que vienen a tentar al Loco para dejar todo como estar y no seguir haciendo más, ni luchando por su propio camino. Pero esto es realmente una tentación, porque no ha terminado su camino. Con “La Torre”, viene la prueba mayor, el dolor que confronta con la caída del heroísmo que había logrado el Loco. Pero la superación de esto lo lleva a “La Estrella”, completando su misión y alcanzando su esperanza, vuelve a salir la cruz con un renacer que nos muestra que todo tuvo su sentido, y se prepara para regresar a casa.
En su camino de vuelta, con “La Luna” el Loco de da cuenta que todavía tiene miedo e inseguridades, y que la lucha mayor no eran sus adversarios o tentaciones, sino es contra sí mismo con sus miedos y sus sombras logrando una mayor consciencia de sí mismo. En “El Sol” se reencuentra con sus amistades y su mundo, completando su misión, para ya disfrutar de la alegría y de su triunfo, dándose cuenta de toda la transformación que sufrió.
Con “El Juicio” El Loco se da cuenta que no era él mismo antes de escuchar el llamado que lo llevó a recorrer su aventura para lograr una forma de ver el mundo muy distinta. Se da cuenta que es alguien diferente al que había comenzado todo este camino que recorrió, para finalmente cerrar en “El Mundo” que es el cierre de la aventura. Es el punto final, la gran glorificación de este Loco que ya se transforma en el héroe, cerrando un ciclo y permitiéndose iniciar así una nueva aventura. En el Mundo se vuelve a empezar el viaje, es el reencuentro de uno mismo.